jueves, 27 de octubre de 2016
trabajo de imagenes de clase
Impress
Deberes que faltan para ser entregados:
IMPRESS
Copia en una hoja 1 de estos temas propuestos, la información debe ser sacada del Manual de libre officce impress que se encuentra en este blogger
IMPRESS
Copia en una hoja 1 de estos temas propuestos, la información debe ser sacada del Manual de libre officce impress que se encuentra en este blogger
- Especificar efectos y velocidad de las diapositivas (pagina 13)
- Como creamos una diapositiva (capitulo 3)
- Descripción de herramientas de dibujo
- Modificación de una imagen de la diapositiva.
martes, 25 de octubre de 2016
yo cucaracha
Copia el cuento y realiza le el siguiente formato.
Fuente: tipo Comic Sans MS, tamaño 11 y alineación izquierda.
Efectos de la fuente: color azul 1, efecto mayúsculas y relieve saliente.
Sangría y espacios: antes y después del texto 0,10 cm, encima y debajo del párrafo 0,10 cm e in-
terlineado 1,5 líneas.
Borde: los cuatro bordes, estilo 3,00 pt, color azul, proyectar sombra hacia abajo y a la derecha,
sábado, 22 de octubre de 2016
martes, 18 de octubre de 2016
sábado, 15 de octubre de 2016
Tarea del principito
Tarea de clase 4
Copia el Fragmento de texto del El Principito en la hoja que hiciste en el ejercicio anterior y dale el siguiente formato.
- Párrafo: Interliniado 1.5; derecha; color rojo; tamaño 12; negrita; letra que sea única en todo el trabajo.
- párrafo: justificado; color rojo.
- Todo los diálogos van en negrita tamaño 26 y subrayadas.
- El texto que va desde No le respondí nada... a .... ¡Y esto no es importante! va en formato columnas. Letra diferente al resto tamaño 18, Alineación derecha, Color verde.
- Lo que queda del texto ve en justificado, con letras diferentes a los anteriores y de color celeste.
El principito
Capitulo IV
Al quinto día y también en relación con el cordero, me fue revelado este otro secreto de la vida del principito. Me preguntó bruscamente y sin preámbulo, como resultado de un problema largamente meditado en silencio:
—Si un cordero se come los arbustos, se comerá también las flores ¿no?
—Un cordero se come todo lo que encuentra.
—¿Y también las flores que tienen espinas?
—Sí; también las flores que tienen espinas.
—Entonces, ¿para qué le sirven las espinas?
Confieso que no lo sabía. Estaba yo muy ocupado tratando de destornillar un perno demasiado apretado del motor; la avería comenzaba a parecerme cosa grave y la circunstancia de que se estuviera agotando mi provisión de agua, me hacía temer lo peor.
—¿Para qué sirven las espinas?
El principito no permitía nunca que se dejara sin respuesta una pregunta formulada por él. Irritado por la resistencia que me oponía el perno, le respondí lo primero que se me ocurrió:
—Las espinas no sirven para nada; son pura maldad de las flores.
—¡Oh!
Y después de un silencio, me dijo con una especie de rencor:
—¡No te creo! Las flores son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden. Se creen terribles con sus espinas…
No le respondí nada; en aquel momento me estaba diciendo a mí mismo: "Si este perno me resiste un poco más, lo haré saltar de un martillazo". El principito me interrumpió de nuevo mis pensamientos:
—¿Tú crees que las flores…?
—¡No, no creo nada! Te he respondido cualquier cosa para que te calles. Tengo que ocuparme de cosas serias.
Me miró estupefacto.
—¡De cosas serias!
Me miraba con mi martillo en la mano, los dedos llenos de grasa e inclinado sobre algo que le parecía muy feo.
—¡Hablas como las personas mayores!
Me avergonzó un poco. Pero él, implacable, añadió:
—¡Lo confundes todo…todo lo mezclas…!
Estaba verdaderamente irritado; sacudía la cabeza, agitando al viento sus cabellos dorados.
—Conozco un planeta donde vive un señor muy colorado, que nunca ha olido una flor, ni ha mirado una estrella y que jamás ha querido a nadie. En toda su vida no ha hecho más que sumas. Y todo el día se lo pasa repitiendo como tú: "¡Yo soy un hombre serio, yo soy un hombre serio!"… Al parecer esto le llena de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!
—¿Un qué?
—Un hongo.
El principito estaba pálido de cólera.
—Hace millones de años que las flores tiene espinas y hace también millones de años que los corderos, a pesar de las espinas, se comen las flores. ¿Es que no es cosa seria averiguar por qué las flores pierden el tiempo fabricando unas espinas que no les sirven para nada? ¿Es que no es importante la guerra de los corderos y las flores? ¿No es esto más serio e importante que las sumas de un señor gordo y colorado? Y si yo sé de una flor única en el mundo y que no existe en ninguna parte más que en mi planeta; si yo sé que un buen día un corderillo puede aniquilarla sin darse cuenta de ello, ¿es que esto no es importante?
El principito enrojeció y después continuó:
—Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de estrellas, basta que las mire para ser dichoso. Puede decir satisfecho: "Mi flor está allí, en alguna parte…" ¡Pero si el cordero se la come, para él es como si de pronto todas las estrellas se apagaran! ¡Y esto no es importante!
No pudo decir más y estalló bruscamente en sollozos.
La noche había caído. Yo había soltado las herramientas y ya no importaban nada el martillo, el perno, la sed y la muerte. ¡Había en una estrella, en un planeta, el mío, ¡la Tierra, un principito a quien consolar! Lo tomé en mis brazos y lo mecí diciéndole: "la flor que tú quieres no corre peligro… te dibujaré un bozal para tu cordero y una armadura para la flor…te…". No sabía qué decirle, cómo consolarle y hacer que tuviera nuevamente confianza en mí; me sentía torpe. ¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!
jueves, 13 de octubre de 2016
Tarea de Clase 2
Tarea de clase dos
Copia el cuento de Lola la bruja desordenada en la hoja que hiciste en el ejercicio anterior y dale el siguiente formato.
- Párrafo: Interliniado 1.5; derecha; color rojo; tamaño 12; negrita; letra que sea única en todo el trabajo.
- párrafo: justificado; color rojo.
- Todo los diálogos van en negrita tamaño 26 y subrayadas.
- El texto que va desde La bruja... a ....un autentico desastre va en formato columnas. Letra diferente al resto tamaño 18, Alineación derecha, Color verde.
- Lo que queda del texto ve en justificado, con letras diferentes a los anteriores y de color celeste.
Trabajo en clase
Tarea de clase
En una hoja A4 realiza un encabezado con Nombre y apellido y una carita feliz. En el pie de pagina Liceo dos y numero de pagina.
Sube esta hoja al edmodo con nombre y apellido.
martes, 4 de octubre de 2016
Lola la Bruja desordenada.
Lola
la Bruja desordenada.
Había una vez una bruja llamada Lola que hacía unas pócimas y
unos hechizos increíbles. Tenía recetas para conseguir cualquier cosa, y sabía
hechizos que nadie más en el mundo conocía. Era tan famosa que todas las brujas
del mundo querían robarle los libros que contenían todos sus secretos. Lo
cierto es que la bruja Lola era una bruja perfecta. Bueno, casi perfecta.
Porque lo cierto es que tenía un gran defecto: era muy desordenada. Pero a ella
le daba lo mismo, porque cuando necesitaba algo que no encontraba lanzaba un
hechizo y aparecía.
Pero un día el hechizo de la bruja Lola para localizar cosas
falló. Ella no entendía qué podía pasar, porque era el mismo hechizo de
siempre. Un ratoncito que vivía en su casa y que en tiempos había sido un niño,
se subió a una mesa y le dijo:
- Bruja Lola, no es el hechizo lo que falla sino que no
buscas el libro correcto.
- ¿El libro correcto? ¿Y cual es el libro correcto? Madre
mía… ¡estoy perdiendo la memoria!
La bruja Lola intentó hacer un hechizo para recuperar la
memoria, pero como no sabía en qué libro estaba y tampoco se acordaba, no pudo
hacerlo. -Si me conviertes otra vez en niño y me dejas marchar te ayudaré a
buscar la pócima que necesitas para recuperar la memoria -dijo el ratoncito.
-Está bien, pero, ¿cómo sé que no me vas a engañar? -dijo la
brujo Lola.
-Puedes hacer un hechizo para cerrar la puerta para que no me
escape. En ese libro de ahí tienes las instrucciones para hacerlo. Si me
conviertes en niño de nuevo te ayudaré a colocar todo esto y encontraremos todo
lo que no encuentras. Pero después me tienes que dejar marchar. La bruja Lola
accedió, hizo el hechizo para cerrar la puerta y convirtió al ratón de nuevo en
niño. Juntos ordenaron todo aquel desastre. Pero como el niño no se fiaba mucho
de la bruja Lola cogió uno de sus libro de hechizos y pócimas y lo escondió por
si acaso. Cuando acabaron de ordenarlo todo, el niño le pidió a la bruja Lola
que le abriera la puerta, pero ésta le traicionó y le volvió a convertir en
ratón. En poco tiempo, la bruja Lola volvió a tener su laboratorio mágico tan
desordenado que era imposible encontrar nada. Y cuando la bruja Lola se dio
cuenta de que no encontraba lo que necesitaba intentó lanzar el hechizo para
encontrar cosas. Pero lo había olvidado. Y también había olvidado la receta de
pócima para acordarse de las cosas. Intentó buscar los libros, pero aquello era
un auténtico desastre.
Entonces la bruja se acordó del ratón, y le prometió que esta
vez lo dejaría marchar como un niño normal si le ayudaba a recoger aquello. Al
ratoncito le pareció bien y ayudó a la bruja Lola. Cuando terminaron de ordenar
todo, la bruja Lola se dio cuenta de que
el libro que buscaba no estaba allí.
-¿Buscas esto? -le dijo el niño, sacando el libro de hechizos
que había escondido la vez anterior.
-¡El libro! ¡Dámelo!
El libro contenía todos los hechizos y pócimas que necesitaba
la bruja Lola: el hechizo de encontrar cosas, la pócima para recordar lo
olvidado y, por supuesto, el conjuro para convertir al niño en ratón. El niño
lo sabía, y no estaba dispuesto a devolver el libro.
-No te acerques. Abre la puerta y déjame marchar.
La bruja abrió la puerta con la intención de engañar al niño
y quitarle el libro pero el muchacho fue más listo. En el libro había un
conjuro para desordenarlo todo que había estudiado muy bien. Así que, cuando la
puerta se abrió, el niño lo recitó mientras lanzaba el libro que tenía entre
manos.
-Ahora tendrás que ordenarlo todo tú sola si quieres volver a
encontrar algún libro, bruja mentirosa.
Así fue como el niño logró escaparse de la bruja Lola, que
tardó semanas en ordenarlo todo de nuevo. Eso sí, tanto trabajo le costó
colocar cada cosa en su sitio, que no volvió a tener su laboratorio mágico
desordenado nunca más ni tampoco a convertir a ningún niño en ratón.
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